SOBRE EL PROYECTO

El emblema de La Voz de Mis Antepasados no es un simple logotipo:

Es una representación visual del alma de este proyecto, una síntesis entre historia, memoria y energía.

 

• En su centro se alza una flor de lis, símbolo de nobleza, pureza y legado familiar. A lo largo de los siglos, esta flor ha aparecido en escudos, genealogías y manuscritos antiguos, y aquí renace como un árbol genealógico estilizado, de cuyas raíces brota la vida y la historia de nuestros antepasados.

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• Las raíces que emergen en su base representan el origen, la conexión con la tierra y con todo lo que nos precede. Son la memoria que sostiene lo que somos, recordándonos que ningún árbol crece sin un suelo donde anclarse.

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• La forma de la flor también evoca una pluma de escribir, símbolo de palabra, de legado y de la voz que vuelve a hablar a través del tiempo. Porque este proyecto no solo investiga: narra, revive y honra.

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• En uno de sus pétalos descansa un pájaro, mensajero entre el cielo y la tierra, portador de la voz de quienes ya no están, y símbolo del mensaje ancestral que viaja hasta nosotros. Él da forma literal al nombre del proyecto: La Voz de Mis Antepasados.

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• Todo el conjunto está rodeado por un círculo de estrellas, guardián luminoso que representa a los antepasados. Cada estrella simboliza una vida, una historia, una presencia que aún guía. Ellos conforman el firmamento familiar sobre el que cada generación se sostiene. Este símbolo encierra el propósito de todo el proyecto: dar raíz, voz y luz a la historia de cada familia.